viernes, noviembre 23, 2007

Más poesía

Hace un tiempo, hablé de mi amigo Antonio, de Cádiz, residente en Jérez. Él creerá que este post es para hablar de su último poemario, pero no porque en casa, dedicado y algo sobado, todavía no lo he terminado de leer desde... desde antes de que Cristo tuviera barba. ¡Perdóname Antonio!
Pero su función de poeta, hace que en su blog ponga algunas genialidades que nunca habría descubierto sino es por él. Hoy me tomo la libertad de copiarle un poema que me ha llamado mucho la atención porque me parece tan, tan, tan real... Yo pienso como él, naturalmente.


Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien César Vallejo:
“Lo digo y no me corro”.
Pero él disimulaba.
Ángel González.

Por cierto, ya pueden escuchar la tertulia del 20-N a la derecha de sus pantallas con un simple click(¡Qué bien me publicito, carajo!).

1 comentario:

Revertiano dijo...

Mú bien lo de la radio, pibe. Lo bordáis. Ahora que recuérdame que no os deje mi libro el día que lo publique, habéis destrozado sin piedad a ese pobre hombre, sois terribles, jajaja. ¡Así se hace, leña al mono!
Sigue poniendo los cortes, que seré un fiel oyente.