25 de noviembre

Hoy es el día contra el maltrato y mi instituto, que en esto de pamplinas politiqueras no se queda atrás, se leyó un manifiesto y se hizo un minuto de silencio, como no.
Creo que a las mujeres maltratadas les encantarán este tipo de actos, sí, desinformados completamente te sacan de clase al patio y ves como alguien lee algo que no se escucha, todo el mundo se calla, después se aplaude y vuelta a la rutina.
Cuando el maltrato se mezcla con las convicciones políticas la cosa deja de interesarme. Mi instituto para eso es muy bueno, sabe politizar todo tipo de actos, sí. Se meten en rollos de coeducación para seguir chupando la vagina de la delegada de educación, una estúpida que ha recibido todo tipo de quejas ya sea de mi instituto o de otros. A mí esta señora me hace gracia.
Por otro lado, en el mundo de la verdadera política, Rajoy lanza dagas a Zapatero: la ley contra la violencia de género no sirve para nada. Efectivamente, pero cuando estaban ustedes, los de la derecha rancia, tampoco servía de nada. Los maltratadores son maltratadores para siempre, no creo que la educación tardía pueda remediarlo, son muchos años haciendo lo que les da la gana con su mujer. Pero sí se puede educar a la nuevas generaciones, no leyendo manifiestos para justificar los fondos entregados para coeducación, si no con verdaderas charlas: sociólogos, psicólogos... cualquiera que sepa del tema. No me valen los discursos feministas hechos por féminas, no, eso, mire usted, no me sirve. Si el maltrato sirve como arma arrojadiza, ustedes no tienen vergüenza. No se debe frivolizar con el maltrato, usarlo para ganar elecciones, o para que ustedes discutan me parece bajuno, para eso está ETA y la educación.
En definitiva, el maltrato es la bajeza humana, el último escalón, el caso extremo que nadie debe soportar. Denuncien, que aunque la Justicia no haga nada, el pueblo se conciencia. ¿Cuántas muertes harán falta para que se llegue a la seriedad en este asunto?