viernes, junio 29, 2007

Hasta luego, Buenafuente

Ayer, jueves 28 de junio, fue el último programa de Buenafuente en Antena3 con 303 emisiones a la espalda. No las he visto todas, naturalmente, pero sí una gran mayoría y cada vez que lo veía me iba a la cama con una sonrisa.
Andreu llegó de la televisión catalana para hacer frente al todopoderoso Sardá, cuyo programa se había convertido en un desfile de señoritas de baja reputación y drogadictos que se gritaban a la cara. Buenafuente se propuso hacer un programa de humor, casi calcado al que hizo en Cataluña, para hacer divertirse a la gente a la que no le gustaban las Crónicas Marcianas. Recuerdo como me reí con sus primeros monólogos y con sus personajes, aunque tengo que reconocer que, excepto en el monólogo del princpio, el programa ha ido notando el desgaste típico. Además era demasiado largo y demasiado tarde, los personajes (que no los actores) habían perdido frescura (yo comencé a odiar al Neng antes de que lo hiciera España entera), pero llegaron otros nuevos y otros antiguos continuaban dando lo suyo. Me enamoré (en sentido figurado, eso sí) de la Niña de Shreck y me reí con Santi Clima y Superdivertidós, lo que solo me había reído con el Notario. Pero todo lo bueno se acaba, y es que un programa que acaba olvidado, relegado a horarios de madrugadísima (fíjense, ayer empezó sobre las doce y media, y eso es temprano). Espero que fiche por una cadena que lo trate bien, que lo quiera y lo cuide, que no le dé tres días, sino uno, dos como mucho, y que el programa no sea tan largo, ni tampoco en catalán porque no me enteraría.
Y ahora para terminar, algunos momentos del programa Buenafuente:

Entrevistando a Zapatero:


Anunciando su último libro: Como iba diciendo


Y este es el último momento vivido en el programa de Buenafuente:


Total, para mí es un gran pérdida, pero espero volverlo a ver en septiembre...

miércoles, junio 27, 2007

Azoteas

El verano ha entrado y en Córdoba, aunque parezca raro, apenas se ha notado. Hoy sí, pero es normal, somos la ciudad del calor, una de las sartenes de España, aunque Écija, lo sabemos, es la verdadera sartén de España, creo que recordaré toda mi vida como un reportero ponía a freir un huevo en una carretera del pueblo, y éste se freía.

Pero hoy quiero dedicar este post a las azoteas en general, esos lugares donde se sube a tender ropa cuando no se seca en el balcón, y que en verano sirve para tostar a la vecina buenorra y a su madre. También al niño metrosexual del bloque de pisos, y al que quiere ser metrosexual.
Las azoteas son lugar para jugar a las cartas, fumar algún cigarrillo (y algún canuto, que yo lo he visto hacer), sentados en las hamacas de playa, esas de tela que se te pegan a la espalda y para levantarte tienes que usar espátula. Se charla, te ríes, te subes al perro para que corretee sin miedo a que se escape... En verano es cuando mejor se está en la azotea, incluso puedes tener una manguera para refrescarte si subes a eso de las seis y media, también vale para cuando lo haces a las doce, aunque el típico vecino amargado se queje y te obligue a apagar la luz. Pero no se le suele hacer caso hasta que sube y grita, entonces, si grita, con la voz de la razón, pues ya le haces caso y apagas la luz, incluso bajas la voz: Y esas colillas las recogeréis, ¿no? Apostilla, y se marcha. Al día siguiente, cuando sabe que sus mandatos nos los hemos pasado por... ya me entienden, él nos mira mal y se suele chivar a nuestros padres. ¡Les dice que fumamos! Pero es mentira, lo juro.
A mí me encanta subir a la azotea y estar allí un rato, quizás solo, quizás acompañado, aspirando la poca brisa que viene y que va, siempre igual, monótona. Pero tengan cuidado, en las azoteas puede pasar de todo, como esto que he encontrado por internet:

lunes, junio 25, 2007

La vergüenza cordobita

Ayer ascendió el equipo de la ciudad tras dos años intentándolo. Lo consiguieron y los aficionados (esos grandes, grandísimos hipócritas en su mayoría que llevan dos años echando pestes del equipo y que ahora llenan el estado de El Arcángel) fueron a celebrarlo, como es natural, a la Plaza de las Tendillas donde, cosas que pasan, se lió la grande. ¿Por qué? Porque algún a algún lucero se le ocurrió vallar la fuente para proteger el insigne caballo del insigne Gran Capitán del insigne escultor Mateo Inurria. Siete policías escoltaban la fuente cuando, de pronto, aparecieron un grupo de antidisturbios: con sus cascos, con sus porras, con sus armas para escupir bolazos de goma y con mala follá... Total, que el público enfervorecido comienza a increparles y a cantar todo tipo de cosas para provocarlos: ¡Esa valla la vamos a tirar! Y como esa, un millón. Así que ellos, en la calle Gondomar se liaron a bolazos a diestro y siniestros, ¿que había niños de treces años? Les daba lo mismo, gritaban tanto o más que los otros. Y a tirar bolazos que para eso se les paga, ¡qué carajo!
Así que, la fiesta se aguó, naturalmente. En Córdoba, una ciudad tranquila, donde la droga está por doquier y el enchufismo (al que dedicaré próximamente un tema) puebla la diputación y el ayuntamientos. Sobre las once menos cuarto hubo otra carga, en otra calle del centro, no sé por qué les dio por actuar así, cuando el domingo ganó la liga el domingo pasado, la fuente no se valló, y no creo que fuese por imprevisión, la verdad. Ellos sabrán. Mientras, la alcaldesa continuaba en Huesca.

viernes, junio 22, 2007

Talentos

No sé si está bien pagado o no eso de descubir talentos. Ahora que la buena música brilla por su ausencia, parece mentira que alguien como este tipo, Jere, haya sacado cabeza y disco en este 2007. Voz rota, canción de autor, rock de guitarreo bonito, sin estridencias. Merece la pena pillar su primer disco, Improperios se llama, y contiene diez canciones (en esto es donde menos se ha estirado) que enamoran desde la primera hasta la última, es una forma especial de escribir, quizás común, pero que tiene algo que decir. He aquí su página web y su videoclip, cuyo single merece la pena escuchar:



Te mentiría es una gran canción, ¿por qué no decirlo? A mí me gusta y no me canso de escucharla.
Pero no solo de nuevos talentos vive el mundo musical, también los hay antiguos, y sí, a continuación unos cuantos videoclips de gente como Sabina, Serrat, Calamaro, Fito Páez...
Joaquín Sabina: El blues de lo que pasa en mi escalera


Fito Páez: Mariposa Tecknicolor


Andrés Calamaro: Loco


Joan Manuel Serrat: Cremant nuvols

Y es que el talento, comprobarán, que con los años va mejorando, es algo que no se pierde, que no te puedes dejar olvidado en un bar. Por más que algunos digan que algunos de estos videos no merezcan la pena, a mí me parece que sí y es por ello por lo que los pongo aquí. Disfruten.
Por cierto, acabo de leer en internet que Buenafuente, mi programa favorito, se despide de las pantallas de Antena3TV el próximo día 28 de junio tras tres años en antena... Un minuto de silencio para este gran programa al que, por cierto, el día 26 van Serrat y Sabina.

miércoles, junio 20, 2007

Toros, toreros y toritos bravos

La ola antitaurina ha llegado, bueno, ha vuelto, porque siempre estuvo ahí, pero parece que con la vuelta de José Tomás (que dicen que es amanoletado y que torea para dentro) se ha reabierto el debate. Uno de esos debates que a la opinión pública les trae casi sin cuidado pero que a los ecologistas (qué desgracia, siempre son los mismos) les trae por la calle de la amargura, y es que Barcelona es esta semana centro neurálgico del arte de matar toros, no por la faena, que creo que se llama así en argot toreril, sino por estar en contra de ellos. Los tipejos estos se dedicaron a romper discos y fotos de Serrat y Sabina a la puerta de la Monumental por el simple hecho de que ellos fueron a ver los toros, invitados seguramente por José Tomás, amigo personal de Sabina. Pero además, parece que también en el Gobierno hay discrepancias sobre si matar toros o no. La ministra de cultura, la egabrense Carmen Calvo, dice que sí, es cultura; mientras que Narbona, la ministra de medio ambiente, dice que no, que no se deberían matar toros. No creo que esto sea un enfrentamiento, sino posturas separadas.
A mí me toca mucho la moral este tipo de gente, los irrespetuosos, los tontos de turno que tienen que hacer actos chulescos y estúpidos para protestar contra algo que, nos guste o no, está dentro de la cultura española. Ya que son antitaurinos sean también anti-niños-trabajadores-de-Taiwan y no vayan usando zapatillas Nike. O, mejor aún, no se hagan antitaurinos por estar contra papá, o contra mamá, o para decir que yo soy de izquierdas, mira como mola, y además tengo el carnet de Greenpeace. No, porque por gente como ustedes, los que van en pelotas por las calles americanas protestando contra los toros (¿allí hay toros?), solo quedan como tontos, como los hazmerreír de toda una sociedad. Yo no soy protaurino, pero tampoco antitaurino, la fiesta está ahí y aunque no me guste, la respeto, ¿por qué no? Familiares míos suelen ver los toros, y alguna corrida televisada he visto, además, esta tierra es tierra de toreros. Y ya, para tocarme más la moral aún, se dedican a romper fotos y cedés de dos grandes genios de la música española.
Para colmo, y ya para destrozarme la semana, el lunes murió José Luis Cantero, alias El Fary, uno de los máximos exponentes de la música casposilla de los setenta y ochenta, con éxitos como El torito guapo, o la sensacional La mandanga, que era un canto al fumeteo de todo tipo de sustancias psicotrópicas. ¡Esto sí que era un genio! Y no ustedes, antitaurinos, que, seguro, este viernes, mientras ven la comparsa Araka la Kana en el Arenal, Córdoba, harán una barbacoa fastuosa, donde se pondrán de chuletas y otras viandas hasta las cejas, y todo eso, sin invitar.
Yo creo que esto es culpa del cambio climático, sin duda.

viernes, junio 15, 2007

30 años de democracia

Comencemos por el principio de los tiempos en dos versiones:
La del verdadero Arias Navarro, con esas orejas como el Capitán Spock de Star Treck


Y la de un Arias Navarro más gracioso, al estilo de Fermí Fernández actor del programa Buenafuente.

La democracia llegó a España tal día como hoy, el día en el que por primera vez muchos españoles votaban al partido político que ellos quisiesen. Esto fue posible gracias a la colaboración de dos personas cabales y sensatas llamadas Adolfo Suárez y Juan Carlos de Borbón. El primero fue ministro franquista y el segundo designado a dedo por Franco para que gobernase el país con su misma mano dura. Pero esto no convencía a Juan Carlos y decidió ponerse en contacto y nombrar presidente del gobierno al señor Suárez que, no sin pocas trabas, consiguió que España es lo que es hoy en día, bueno, algo mejor, pero casi, casi, lo que es hoy en día.
Sin embargo, la democracia se tambaleó una vez más, en España teníamos esa costumbre, con el intento de golpe de Estado de Tejero, y aquel memorable se sienten coño.



Pero Juan Carlos fue rápido y reaccionó magistralmente, dando así por acabado un fallido golpe de Estado que, después, se supo que fue orquestado por las cabezas fascistas que todavía pululaban (y creo que pululan con distintos nombres y apellidos, y algo más jóvenes) por el cuerpo de militares.


Con esto, con un mensaje televisado de menos de treinta segundos, se conseguía asegurar la libertad y el derecho de los españoles.
Desde esta atalaya, mil gracias a esos dos personajes de la Historia reciente de España y a todos de los que no se sabe su nombre, o que estuvieron exiliados y desde la frontera intentaban que nuestro país diese un cambio.

miércoles, junio 13, 2007

Bibliotecas públicas

Soy un fan de las bibliotecas públicas, voy asiduamente porque leo asiduamente, además, disfruto paseando entre libros y viendo títulos y diciéndome para mí: este ya lo he leído, o bien, este ni de coña, o bien el tonto ese que me está mirando y riéndose con el colega tiene todas las papeletas para que lo espere a la salida. En las biblioteca públicas te puede pasar de todo, como me pasó a mí hace unos años, cuando el bibliotecario, un hombrecillo de no más de metro cincuenta, pelo casi al cero y con una barbita que ahora se consideraría de metrosexual, me recriminó que si no firmaba una protesta contra el canon de 0,20 centímos de euro y entonces yo me volví hacia él y apenado le dije que era menor, pero a él no le importó y me hizo firmar con aquel garabato infantil.
Las bibliotecas han cambiado mucho desde aquel entonces, de cuando yo iba, recién empezada la ESO y pedía novelitas de misterio para leer en las tardes libres: descubrí a Sherlock Holmes, a Gaston Leroux, a Astérix y Obélix, a Ruiz Zafón en ediciones Edebé, o a César Mallorquí. Con ellas descubrí que las novelas podían hacerme estar en otros mundos, en otros lugares, en otras situaciones. Ahora han añadido ordenadores, puedes conectarte a internet gratuitamente y dos horas semanales por carnet, aunque creo que ahora esto también ha cambiado y ya es indefinido. También ha cambiado la gente que va, excepto yo, que parezco perenne, y los bibliotecarios, naturalmente, siempre a tiempo parcial, han ido evolucionando, de este tipo afeminado que comentaba al principio, a una mujer que fue trasladada a la central y ahora que, como creo que asiste a clases preparto, o como caray se llame eso, ahora solo abrirá algunos días y algunas horas, pero no sé cuales.
En las bibliotecas también se conoce gente, no se liga, ya se lo digo yo, pero sí que se puede tratar con gente, cruzar un par de frases, incluso alguna risa falsa para que se crea que el chiste que ha hecho pongamos sobre Lucía Etxeberría (no comments, please) es lo suficientemente bueno como para irse a su casa satisfecho y con librito bajo el brazo. Se puede hablar con el bibliotecario o bibliotecaria: ¿Qué te ha parecido el libro? Bien, no sé, era fácil de leer y te entretenías, yo lo recomiendo... y hablando de recomendar... ¿qué me recomiendas para esta semana? Y entonces, tienes la posibilidad de hacerle caso o no, yo todavía no le hecho caso, y, que conste, que siempre me ha recomendado el mismo libro: Llévate la Joven de la perla, yo creo que te gustará y entonces es cuando le dices que prefieres algo más... ligerito, y pides Mauricio o las elecciones primarias, de Eduardo Mendoza, o cualquier otro libro (este es solo un ejemplo porque es el último que he leído); entonces comienza una conversación sobre Eduardo Mendoza y acabas de acuerdo en que su mejor libro es el primero El caso Savolta pero que hay otros que te hacen reír y te divierten, que es, al fin y al cabo, la finalidad de una novela.
En definitiva, yo opto por sablar a la biblioteca de mi barrio porque es una cosa divertida y barata, sablar no, hombre, sino leer a costa de los fondos públicos.
Por cierto, está francamente bien la nueva biblioteca de Lepanto por la que me he paseado un par de veces en busca de imposibles (y como buenos imposibles no los he encontrado), es grande, y se está fresquito, además, en la tercera planta hay un silencio sepulcral, que inspira a la lectura y a la reflexión. Si pueden, vayan, es una de esas cosas que TitaRosa ha hecho en condiciones aunque, caray la nota discordante, no está completa del todo.

jueves, junio 07, 2007

Se adelanta el concierto de Sabina y Serrat en Córdoba

Será finalmente el doce de julio, en el pabellón Enrique Puga, por si a algún lector le interesa, claro está. La entrada seré de treinta y seis euros anticipada y cuarenta en taquilla.

Además, este domingo en el País, además de regalar el disco libro Física y Química, de Joaquín Sabina, venía en El País Semanal, un reportaje sobre estos dos grandes de la música española:
Esa curiosa y sanísima combinación de utopía y desgarro, de denuncia y escupitajo. Esa ración doble de dandi y rufián, de bon vivant y canalla, de yerno perfecto y oveja negra, de hermano mayor responsable y bala perdida es la que encarnan como nadie Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, estos dos maestros de la vida y la carretera, catedráticos del explosivo, sutil y emocionante arte de mezclar sobre el territorio de una guitarra el verso y el acorde.
Estos días hacen las maletas; guardan reposo en Madrid, donde Serrat acaba de estrenar casa, y paren con ensayos y sesiones de trabajo esmerado Dos pájaros de un tiro, la gira que les llevará durante seis meses por España y América. Desde el 29 de junio, cuando arrancan en Zaragoza, hasta el 20 de diciembre, que cerrarán el quiosco en Montevideo (Uruguay), recalarán en cerca de 60 ciudades, polideportivos, plazas de toros..., en un periplo que apuesta antes por la espectacularidad, con más de diez músicos en la banda, que por el intimismo que tan magistralmente han sabido dominar ellos en otros escenarios más recogidos.
Parecería que ambos ya se han juntado la mar de veces para salir por esos mundos de Dios, pero no ha sido así. Han cantado con otros -con Miguel Ríos, con Víctor y Ana, con Fito Páez-, pero nunca juntos. Otra cosa es que existan pocas casas en España donde en un registro a fondo no aparezca, sin revolver mucho, algún disco de los dos -cualquiera de los que EL PAÍS saca en colección a partir de hoy-, seguramente bien guardado en el escondrijo de las estanterías, que son la física de nuestra memoria sentimental; los lugares donde recogemos el anhelo, los sueños y las derrotas que muchas veces nos han dejado retratados a todos en sus canciones.

No hace falta casi preguntar qué razones les han llevado a juntarse. No lo habían hecho nunca hasta ahora en gira ni en disco. Lo primero, el puro capricho, el gustazo de compartir escenario entre dos que se admiran. Después, quizá, algo que últimamente les ha unido más si cabe: la sensación de gozar de otra oportunidad grande en sus vidas, de haber sido premiados con una suerte de resurrección.
Todo ha surgido después del cáncer que superó Serrat, con una determinación de ciclista encarando la bajada de una cumbre alpina en el Tour, y del "accidente cerebral", dice Sabina, y la posterior depresión que sufrió este último, que le han transformado en muchos sentidos: "Después de estos años misántropos, jamás creí que la vida me iba a brindar un desafío como éste", asegura don Joaquín, sentado en el suelo de su recién ampliada casa y fresquito, tras la empapada a la que le ha sometido Javier Salas para una fotografía cachonda en la ducha de la que le ha rescatado Jimena Coronado, su fiel pareja peruana desde hace años, con una camisa seca. El palo físico le replegó, y después no pudo evitar "la nube negra". Con esa precisión es como metaforea a la depresión la letra que le hizo para su canción del mismo título el poeta Luis García Montero, uno de sus amigos entre "los poetas líricos", con Ángel González, Caballero Bonald, Benjamín Prado y él, entre otros, a la cabeza, y a los que Sabina agradece siempre haberle sacado del hoyo en sus días más oscuros: "Aquello me vino por tener la sensación de envejecer regular, tirando a mal, y porque la nariz ya sólo me servía para respirar", dice el artista.
Tampoco es difícil deducir quién organiza el cotarro y quién se encomienda a las órdenes, el horario, la hoja de ruta y el ritmo que marca Serrat sin que esto genere el más mínimo resquemor en Sabina, que se conoce, que se autoproclama anárquico, caótico y al que no es difícil oír una y otra vez: "Lo que tú digas, Nano".
Uno es metódico, serio, formal, puntual, cumplidor; otro es? como es. Es Sabina. ¿Y qué pasa? Lo tomas o lo dejas. O se le quiere así, o se le despeña barranco abajo y lo mandas al cuerno. Como tal, como el poeta de las aceras y los bajos fondos que es, se le admira incluso en su proverbial heterodoxia, en su caótica manera de desafiar la edad, el gusto, el tiempo y el espacio. "Joaquín, ya sabes, es así", comentan quienes le conocen a fondo. Uno, Serrat, ha conservado esa voz, que en muchos casos es la de nuestras conciencias; el otro ha ido adaptando, con una sabiduría curtida en bares, callejones y desafiante a la forma física de los viejos rockeros que han hecho un pacto con el diablo, su manera de cantar, su forma de decir, a las posibilidades de una laringe en constante metamorfosis. Pero ha sabido como nadie convertir sus limitaciones en marca, tanto que su voz hoy es más auténtica y gusta como nunca. "Lo importante de su voz es que él, con su instrumento, interpreta y sabe conmover", dice Serrat. Tanto que hasta sus fans le celebran los gatillazos de garganta, como hace un año en Gijón. Pero si bien cada uno ha conservado la voz como ha podido, a lo que no han renunciado todavía es al grito. A la facultad de llamar a las cosas por su nombre, y a no dejarse engatusar por maniobras del lenguaje y triquiñuelas más que antiguas para recuperar los tiempos y los privilegios enterrados por parte de algunos líderes en plena ascensión, como el recién elegido presidente francés, Nicolas Sarkozy: "Eso que tanto habla él de recompensar el esfuerzo sobre otras cosas no es más que la destrucción de la lucha por la igualdad", avisa Sabina. No es que se crean todavía que la playa está debajo de los adoquines, como proclamaban los líderes del Mayo Francés que Sarkozy se ha propuesto aniquilar; pero de ahí a vender burras, queda un trecho.
Tendrán tiempo para la discusión política, pero también para esos placeres que les quedan. Por lo pronto, uno sabe ya, con su agenda más que pulcra, en qué restaurante se darán los homenajes el 22 de agosto o el 10 de octubre, da lo mismo: "Las comidas, las cenas, todo eso, queda en mis manos", afirma Serrat, con la palabra de un serio hombre de honor. "No se hable más", dice el otro. "Yo me pongo en tus manos", remata con la obediencia del hermano menor.
Las habilidades del catalán para el cuidado y la organización las reconoce también Berri, manager de ambos. De Serrat, desde hace 35 años; de Sabina, desde hace menos y gracias al enchufe de su amigo, porque este socio de los dos no quiere llevar a mucha gente más desde su oficina. En su despacho de la Castellana prepara el despliegue de las 60 personas que trabajarán en la carretera, con cinco tráilers y dos autobuses con camas listos para transportar los equipos, y a los técnicos y músicos, de un sitio a otro. También cierra fechas pendientes todavía en España y América.
Berri cree que los dos son adictos a la carrera nómada y al escenario. "En mi vida se me ha pasado por la cabeza retirarme", apunta Serrat, y más desde que han salido de sus problemas de salud. "Si no, ¿cómo explicas que Joan Manuel, desde el 5 de mayo de 2005, haya hecho 250 fechas, y Sabina, 120 con su Carretera y top manta, ese título que le hizo tan poca gracia a Ramoncín?", se pregunta el manager. "El Nano, desde que salió de la cama del hospital, agarró la guitarra y se puso a cantar", dice Sabina. "Yo, no tanto", aclara.
Entonces dejaron atrás sus cuevas, sus colchones y sus cuitas como con urgencia. Y sobre el escenario les esperaban los escuderos de siempre. Sus músicos de cabecera, caballeros de la más que noble orden de unas melodías que han marcado nanas, conquistas, desamores, amistades, túneles? Quien se ha puesto más galones por acompañar a Serrat ha sido el maestro Ricardo Miralles, que le hace los arreglos y le acompaña con la tecla desde 1969, cuando Tete Montoliú dejó de hacerlo para dedicarse exclusivamente al jazz y le enchufó al carro. Los otros dos han sido la almohada y el asiento de Sabina desde hace 25 años lo menos: son Pancho Varona y Antonio García de Diego, que escriben canciones con él y de vez en cuando organizan en clubes sus llamadas noches sabineras, una especie de karaoke con la banda del artista en directo al que se apunta siempre gente joven a mansalva.
Los capos les han repartido 34 temas, 17 por barba, para que los ensayen y que los fusionen. Para que los vistan con un envoltorio distinto, un sonido diferente; para que busquen una coherencia que dé unidad al espectáculo mientras ellos trabajan en un guión con gags, chistes, sorpresas y filosofía propia. Harán popurrís; Serrat cantará canciones de Sabina, y viceversa. "Serrat hará la canción del pirata, que tendrá gracia porque le convertirá en un poco rockero, y Joaquín hará, por ejemplo, Señora, que está muy lejos de su estilo", dice Varona. "Además, yo cantaré en catalán, y aquí mi amigo, en andaluz", anuncia Sabina.
Los primeros ensayos juntos han dejado muy buenas vibraciones a los músicos. "Ha habido magia", dice García de Diego. La clave está en hermanar el lirismo de Serrat, definen Varona y García de Diego ?a quien cuando le ven, dicen, "le hacemos la ola"?, con otro estilo: "El agrio, ácido y pendejo de Joaquín". Los dos compañeros de fatigas de Sabina afirman que se enfrentan a la gira con devoción, como de rodillas, y con cierto miedo y respeto por ir con quien van. Serrat y Miralles les imponen. Pero el maestro acompañante del autor de Mediterráneo les tranquiliza: "Yo no tengo ningún miedo, ni por nosotros, ni por ellos".
Habrá todo un universo de ritmos, letras, estilos. Del romanticismo a la rumba rumbera, del intimismo al rock and roll, de la copla contemporánea al tango y al bolero, y a los corridos que tanto entusiasman a Sabina desde hace tiempo. Canciones eternas, pañuelos en los que gran parte de una España sensible se ha dejado las lágrimas. Poesía que toca dentro, pero que han ido pergeñando sin fórmulas, sin mecanismos, por talento y por vicio; sin saber qué es mejor inventarse primero, si la letra o la música. "Yo sé si va a funcionar si me emociona mientras la hago. Si la siento, cuando me emociono, entonces sé que la cosa marcha", afirma Serrat. "¿Manual? El manual no existe. Si tuviéramos uno, probablemente a todos nos saldría una mierda", añade.
La importancia, el misterio del secreto es tal que Sabina planea hacer un libro sobre un arte, el de componer canciones, que se ha convertido en la forma musical por excelencia del siglo XX, y que tiene aspecto de seguir pitando como tal, inagotable aún, en el XXI. Aunque, por supuesto, no sería un manual. "Hace tiempo que me gustaría tener una conversación larga entre aquí mi amigo [por Serrat], Silvio Rodríguez, Enrique Morente y yo en la que habláramos de a ver cómo cojones se hace esto", cuenta este trovador de Úbeda, vecino desde hace años de la plaza de Tirso de Molina. "Meter una letra dentro de una música con calzador es complicado, pero hay que tener una idea musical en la cabeza", sigue Serrat. Después, al hilo, Sabina recurre a la experiencia para desembocar en una nebulosa que nos deja donde casi empezamos: "Al principio, las primeras 30 o 40 canciones, para empezar hice la letra. Luego probé a tener la música antes y me salieron unas letras más triviales, lo cual tampoco me disgustó. Pero me quedo con una definición que no sé quién se la inventó y que no es mía, pero que me gustaría que lo fuera. Dice que una canción debe tener una buena música, una buena letra, unos buenos arreglos, una buena interpretación, y después una cosa que no sabemos muy bien de qué se trata, pero que viene a ser lo que más importa de todo. Yo es que creo que hasta de las instrucciones de un medicamento se puede sacar una buena canción".
Por estas épocas ?no saben quién ni de dónde sale la fecha?, alguien ha dicho que se cumplen 50 años de canción de autor. Es algo que no les convence, pero que puede muy bien ser el nexo conceptual que les une, aunque cada uno de los dos venga de su padre y de su madre, y empezando, como dice Sabina, "porque a cada uno nos gusta hacer esas canciones que no escuchamos por la radio".
Sus referentes han sido muy distintos. Empezando porque uno lo es del otro. Serrat creció con coplas de la radio y se confiesa devoto de León y Quiroga, de Juanito Valderrama, de Miguel de Molina, como raíz, y también de Jacques Brel, de Brassens, del tango? Al otro, a Sabina, quizá por sus años pasando la gorra por los bares de Londres ?"donde ya entonces yo cantaba canciones de Serrat a los turistas", confiesa?, le seducía mucho lo anglosajón. Brassens, también. En eso, La Mandrágora y Javier Krahe le pesan todavía. Pero junto al mito francés, "con quien este cabrón tiene una foto en la que también sale Paco Ibáñez", dice en referencia a su compadre, "me tiraban más Dylan, Tom Waits, los Beatles?". Lo cierto es que también se les colaban en la mochila el propio Ibáñez, Raimon y el Dúo Dinámico? Los dos, en fin, eran chupópteros en estado de permanente alerta que después se revelaron como apóstoles de una manera única de plasmar sentimientos y aspiraciones comunes en un país que ha cambiado más en los últimos 30 años que en toda su historia. Y ellos dos, con 63 ya cumplidos Serrat y con los 58 de Sabina, han protagonizado parte de esta pequeña gran historia e intrahistoria contemporánea.
Pero también quieren seguir aportando cosas para el futuro. Porque el público joven se sigue enganchando al catálogo de sueños de sus canciones. Sabina es el clásico intemporal, quien con su filosofía del descaro, su habilidad para el eclecticismo en los estilos y sus letras provocadoras, siempre políticamente incorrectas, es capaz de deslumbrar a todas las generaciones. Serrat, con esa búsqueda de la utopía constante y esa facilidad para la crónica magistral de todos los tiempos en sus canciones, también atrae. Pero lo que más asombra en ambos, lo que no pasará nunca de moda, ni estará sujeto a las tendencias, ni caerá en los caprichos temporales, es ese ojo clínico que tienen los dos para desgranar las verdades de todas las almas; algo que queda patente en esa procesión de personajes inigualables que pululan por todas sus canciones, desde los jóvenes amantes de Paraulas d'amor, y la patética soledad de La tieta, y los sueños frustrados de Curro el Palmo con su más que magistral Romance, en Serrat, hasta el delincuente perdedor de Qué demasiao o las Princesas y las Barbies superstar perdidas de Sabina.
Aunque en esta conexión intergeneracional, Serrat alerta ya a los padres y los abuelos: "Cuando, con muy buena intención, les dicen a los chavales que el que es bueno es el Serrat y no lo que escuchan, ya la hemos cagao". Prefiere que se acerquen de una manera natural, sin prescripciones, sin esa losa que a veces imponen los padres. Al fin y al cabo, en la edad del pavo, tiendes a hacer lo contrario de lo que te digan, casi por decreto.
En este caso, Serrat se encomienda a Sabina para conseguir nuevos fans. "Muchos jóvenes irán a ver a Joaquín, pero yo voy a ser el artista revelación", dice el catalán. "De eso, nada de nada", replica Sabina. "No, si éste es muy vivo y juega un papel humilde, pero en el escenario no me va a regalar un palmo", avisa Serrat, de choteo. El más joven de los dos deja claro quién es el que va con más ganas de hacer méritos: "Juro por mis gatos [lo menos cuatro han pasado durante el encuentro a hacer la visita] que lo que más me importa de esta gira es no defraudar al Nano".
Conservan una curiosidad intacta por el viaje. El movimiento les incita a alimentar sus vicios de hoy, que son mucho más sofisticados que los del pasado. Serrat se ha hecho viticultor y es propietario de una bodega, Mas Perinet, en el Priorat. Se dedica a catar por los restaurantes en los que recala. Sabina colecciona libros antiguos. En su casa, 10.000 títulos decoran las paredes. Es una afición que comparte, y con la que compite a la búsqueda de las ediciones más deseadas, con sus amigos García Montero y el editor Chus Visor, otros dos adictos al olor del papel impreso.
Con los viajes, también han observado el cambio casi vertiginoso de su país. "Hemos trabajado en condiciones infames. Todavía recuerdo cuando teníamos que cagar debajo del escenario", cuenta Sabina. En esas cosas sí que se aprecian las transformaciones. "Ahora, en cualquier ciudad de provincias actúas en un auditorio con tu camerino. Se han dignificado mucho las condiciones, y uno de los que más han luchado para que los músicos y los cantantes hagamos las giras dignamente ha sido Raphael. Hay que reconocerle eso y otras muchas cosas", asegura Serrat.
Es algo que también han compartido y han vivido a fondo sus músicos: "Antes viajábamos en furgonetas, dormíamos tres días en la casa de alguna chica a la que conocíamos por ahí y volvíamos a coger la ruta", recuerda Varona. "Hoy nos cuesta más. La última vez pasamos dos meses por América y fue duro, nos hemos vuelto más familiares", añade con la conformidad de Miralles y de García de Diego. Hay un cambio crucial en la conquista de los derechos de sus músicos en gira. "En mi caso fue cuando conseguí dormir en una habitación propia", cuenta Miralles. "No, en el caso de Miralles ha sido mucho más importante el día que consiguió no cargar con ningún bulto en los aeropuertos", recuerda Serrat. Sabina les reprocha las comodidades: "¡Dormir separados! ¿No compartían habitación Guti y Ronaldo, y eran galácticos?", pregunta Joaquín. "Sí, pero eso era para que no se hicieran pajas", le tranquiliza el Nano.
En esta gira habrá mucho compadreo, prevén. "A Joaquín, que le gusta largarse para Madrid desde donde está cuando termina, me parece que en esta ocasión va a dormir en bastantes hoteles", dice Varona. Todos saldrán ganando. Sabina tiene un pálpito. "Mal se nos tiene que dar para que en todas las ciudades y las habitaciones de hotel donde vamos a compartir tantas cosas no compongamos algo juntos y que de esto salga un disquito". A ver.

miércoles, junio 06, 2007

Carta a Rodríguez Zapatero

Estimado Presidente del Gobierno:

Soy un bloggero de nuevo cuño, como todos los que usan este medio, que no tiene más de diecinueve años, que para colmo tiene que recuperar en septiembre dos asignaturas, y que creyó en el diálogo. Usted dirá a sus allegados, que una opinión como la mía vale una mierda, pues será así, pero bueno, es lo que tiene ser Presidente de Gobierno y yo un niñatillo de diecinueve años.
La verdad es que me pareció muy bien que dialogase con terroristas, lo veía como un método casi único para llegar al fin total y permanente de las armas. Pero parece que no.
Comenzaron las concesiones: que si De Juana al hospital, que si ANV, que si Conde Pumpido haciéndose el loco ante algunos casos, cerrando otros, Otegui... y tantos otros. Mientras, desde las tribunas de derechas le daban puñetazos en la boca, le ponían zancadillas para que usted no negociase con los terroristas. Hubo algún bloggero que también le pedía que no lo hiciese, que era una bajada de pantalones, una rajada ante los terroristas... y ahora les ha dado la razón.
No por culpa de usted, yo al menos no le culpo, usted ha hecho todo lo que ha podido, se ha puesto a media España en contra, a media opinión pública, pero usted continuaba a lo suyo: a negociar, a conceder... y muchos post hay en este blog donde se le apoya. ¿Por qué no iba a apoyarle? Pero ellos siempre piden más y mienten mejor: Alto al fuego permanente, decía una voz femenina bajo una capucha blanca, y a mí en estos días, me recuerda a eso de: ...cautivo y desarmado el ejército rojo... Y se me pone la piel de gallina.
Parece que a sus princaples enemigos políticos, los del Pp, se alegran de todo esto, ahora ven el sillón de La Moncloa más cerca. Le parecerá fuerte lo que digo, pero es lo que pienso de verdad. ¡Ay! No me veo yo a Mariano Rajoy como futuro presidente... Bueno, la vida son ciclos, y usted lleva ahí tres años. Hagamos cuentas: ¿cuántas veces han pedido su dimisión en esos años? Yo he perdido la cuenta, pero creo que son muchas, más de las que cualquiera puede soportar, y usted lo está soportando. Me alegro de ello.

Bueno, nada más, no voy a criticar más esta situación.
Me despido de usted,
un saludo afectuoso.

lunes, junio 04, 2007

Letra para nuestro himno

Está en boca de todos, desde hace mucho tiempo, ponerle letra a nuestro himno. Parece que ya no vale eso del Franco, Franco que tiene el culo blanco... No, con eso de la memoria histórica quieren quitarnos hasta nuestra letra oficiosa. Vivo en una permanente desazón porque en los partidos de España (los pocos que veo) ya no podré hacer eso que tanto me gustaba de tinoninonaninoninonino... No, ya tampoco podré taraer, tendré que aprenderme la letra, y me costará mucho porque no será lo suficientemente patriótica, ni lo suficientemente autonómica... Será la letra de un himno que llevo tarareando toda mi vida. La letra de un himno que siempre fue tocada por una banda municipal, ya sea en Semana Santa, en un partido de fútbol, o en cualquier otro momento: en una reunión de amigos, cuando ves al rey por la tele, cuando el papa nos visita...

Nuestro himno no puede tener letra. Si cuando se escribió en el siglo XVIII no llevaba letra, ¿por qué ahora sí? ¿Y quién la compondrá? ¿Sabina? ¿Serrat? ¿Ruibal?... No sé, ¿quién puede ser el artista que haga la letra para nuestro himno?¿Leonardo Dantés? Pues no me entusiasma a mí la propuesta, la verdad.

Los que comenzaron con esto son los pertenecientes al Foro de Ermua, una plataforma que, según reza en el link de google para entrar en su web: Trabaja especialmente por la conquista de los derechos democráticos, las libertades y el respeto a los principios elementales de la convivencia social, ... Total, que lo que quieren estos, y el señor Rajoy que, creo, lo presentará en el Congreso de los Diputados, es que sea una letra donde se diga que no a las conversaciones con ETA, que sí a la unidad de España... En definitiva, una letra donde se critique a Zapatero, y a todos los que lo apoyan, una letra donde se critique a los independentistas.

Pues yo me niego a cantarlo, prefiero cantar la presentación de las Ruinas romanas de Cádiz, chirigota de 1998, que comenzaba: Que viva Cádiz que es la ciudad más guay que puedes encontrar en el mundo mundial...