viernes, diciembre 01, 2006

La vida moderna y Lázaro. Dos canciones de Sabina musicadas por Paez

Una gota de sangre en la MTV,
un cadáver conectado a Internet,
Mona Lisa llorando en el jardín,
un licor de cianuro,
muera el futuro,
pasado mañana es ayer.
La enfermedad del corazón
tan mortal, tan eterna,
tiñe de amargura la aventura del yo,
peligros de la vida moderna.
Una secta de hermanos de Caín,
una lágrima por ordenador,
aguafuertes del muro de Berlín,
pasarelas de hielo,
para modelos
violadas por Christian-Dios.
Tragicomedia musical,
cementerio de besos,
hoy, a la deriva, por la General Paz,
naufraga el galeón de los excesos.
Filosofías de arrabal,
mártires del rock and roll
discutiendo entre las piernas
del dolor
el álgebra de la vida moderna.
Y al final
nunca sé como empezar
a decirte a gritos
que necesito
más que respirar,
que necesito
escapar
del purgatorio de sobrevivir,
hasta el año dos,
hasta el año tres,
hasta el año diez,
hasta el año cien mil.
La soledad
es la ecuación
de la vida moderna.

La vida moderna es una crítica en toda regla a la vida que se lleva hoy en día. Es la canción que abre el disco y que te mueve por corrientes pop muy de Paez.

Lázaro, levantate y anda,
ponte el apellido,
vuelve del olvido,
engánchate a la oferta y la demanda
Eh, flaco,
esto es un atraco,
págale a la vida
más de lo que pida,
eh, viejo,
jugate el pellejo.
Aquí te esperan
las ojeras del mar,
el recibo del gas,
la gorda de la esquina,
y el Clarín y el Prozac
y crecer y subir y bajar
y el otoño, el café, la rutina
y Tom Waits y Edith Piaf...
Y volver a volver a empezar
a volver a empezar, a volver a empezar.
Eh, loco,
contrólate un poco,
mira que las musas
no aceptan excusas,
Eh, pibe
despiértate y vive.
Eh, socio,
que esto es un negocio,
échame una mano,
siéntate al piano,
Eh, Fito,
que te necesito.
Aquí te esperan
las tijeras del sol
el asfalto, el smog
y el perfume mas caro
y el jazmín y el caviar y el reloj
y el granizo, la ley, los disparos
y el azul y el carbón.
Y el amor después del amor
después del amor, después del amor
Eh, Lázaro, levántate y anda.

Esta canción es casi de la misma temática, aunque algo más rebuscada, más metafórica y lírica. Es la segunda canción que canta Sabina en el cd y la música de esta es más tranquila, también musicada por Paez, como todo el disco.

¡Qué mal acabaron estos dos! Al fin y al cabo quedó un gran disco, uno de los mejores de los dos, creo que Fito Paez nunca se encontró con una letras tan buenas, ni Sabina con un tipo que le hiciese trabajar tanto, tan mecánico. A los admiradores de ambos este disco nos parece el máximo, pero no se volverá a repetir. Todavía hoy, sin que la gente lo sepa, hablan casi a diario.



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