lunes, octubre 08, 2007

Promesas del este

Oye, pues la verdad es que la peli me gustó, y no me pasa mucho. Aunque tengo que decir que no es una película rápida, pero que se disfruta dejándola narrar todo lo que quiere, desgranando a cada personaje y sabiendo qué es de su vida, qué fue... pero no qué será.

La historia comienza fuerte: un cuello cortado en una peluquería y, al pronto, una mujer que se desangra entre las piernas, pero estos dos casos que, a priori, nos hacen pensar que esta será una película al más puro estilo Bob Zombie, nos preparan para unas historias que se entrelazan y acaban en una. Los mafiosos rusos tienen más problemas de los que parecen: llevar un restaurante- tapadera para chanchullos poco limpios y, además, estar pendiente de que los chechenos no metan demasiado las narices, esun arduo trabajo que solo el patriarca de la familia puede llevar. Además, no puede confiar en su único hijo varón (interpretado por un genial Vincent Cassel) porque es un díscolo borracho, al que solo le interesa la juerga y el sexo.
Pero el que está genial del todo es Viggo Mortensen, que parece que se le ha olvidado lo que significa expresión facial, y en toda la película, casi, tiene la misma cara. Pero te lo crees, que es lo importante. Es un chófer que asciende a soldado dentro de la organización mafioso-militar que lleva ésta familia rusa. Pero esconde un secreto que se va descubriendo a lo largo del filme (por dios, que cutre me ha quedado esto).
A mí, me entenderán, la que me gusta de verdad es la protagonista que, además de alegrar la vista a un joven como yo (y a los no tan jóvenes, claro está), tiene un papel bastante tremendo y ella es el centro de una de las tramas, y la principal desencadenante del caso. Naomi Watts, además de conducir una moto (con su cuero bondagiano y sus vaqueros ajustados).
Un entramado cinematógrafico que comienza con el diario de una parturienta que fallece, y que termina con una buena botella de vodka. No podía ser de otra manera.

Lo nuevo de Cronenberg. ¡No se lo pierdan!


Por cierto, mañana vuelvo a la radio esta vez ya para comentar un libro que será La herencia de Ezster, de Sándor Marai. La tertulia, dentro del programa La Ventana de Córdoba, en SER, comenzará a las 19:20 en la 93.5 FM.

1 comentario:

Libertariano dijo...

"Fue resbalosa, dolorosa y algo embarazosa (se ríe). La escena se filmó sin tapujos, se ve lo que se tiene que ver y nadie intentó tener ángulos perfectos para que me viera bien o para que no se viera algo".

"Lo que sucedió es que hablé con David (Cronenberg) sobre la escena. Hay dos matones que entran vestidos al baño turco en el que estoy y traen cuchillos. Y le dije que la escena tenía que ser honesta (como el resto de la película), no debía haber cortes obvios sólo para esconder cosas o intentos por hacerla ver más bonita. Estuvimos de acuerdo en que lo normal sería que yo estuviera desnudo, sabía que iba a sentirme incómodo en algunos momentos y que sería doloroso, porque no podría usar rodilleras ni nada más para protegerme. Pero la escena se filmó de forma muy eficiente en dos días. Así que fue bueno que la humillación fuera breve. Mentiría si te dijera que fue sólo un día más de trabajo, pero sólo fue tan incómodo y doloroso como era necesario".