sábado, abril 28, 2007

Pérez Azaustre

El viernes 27 de abril, como conmemoración de la Feria del Libro de Córdoba, Joaquín Pérez Azaustre, autor cordobés, ahora afincado en Madrid, que se lo ha ido currando poco a poco hasta llegar a tener cierto nombre, dos novelas publicadas, una en fase de ello, y algún que otro poemario. Pérez Azaustre es uno de esos autores cercanos, erudito, pero sin pedantería, que habla cordial y correctamente, aguantando preguntas con guasa y dando capotazos a preguntas difíciles, disparadas con escopeta.
Llegó a las cinco menos cuarto a la cafetería Gaudí, donde departió con nosotros al amparo de un Beefeater con tónica. Tras un rato de coloquio, nos dirigimos a la carpa instalada en el Bulevar, donde ya había gente esperando. Nos sentamos en una mesa donde una señora comenzó a hacer la presentación, hablando sobre el autor y un poco de su obra, después turno para el autor que habló un poco de su toda su obra, sin destripar el libro sobre el que trataba aquella charla- coloquio. Por último, el turno de preguntas para sus lectores... y entra el alcaldable Nieto del Pp a la carpa, y se sienta entre los asistentes. Mi turno es el segundo, le hago una pregunta que responde de manera extensa sobre la metaliteratura. Después, cuando ha acabado la primera ronda, hago mi segunda pregunta referente a su opinión sobre el mundo creativo en la ciudad de Córdoba; dijo una cosa que me hizo mucha gracia: En Córdoba pegas una patá y te salen 800 poetas, y es verdad, es muy cierto. En Córdoba si algo hay son poetas: buenos, malos, regulares, publicables, no publicables. Pero poetas en el sentido extenso de la palabra, hay a montones.
Pero la mejor pregunta fue la de un hombre mayor, sentado en la séptima u octava fila que, después de elogiar a Pérez Azaustre, pregunta sobre la religión en los libros, bueno, preguntar, preguntar... no del todo. Pérez Azaustre le responde como puede, dando un par de capotazos, para al final decir: no sé si me he salido un poco del tema. Fue una pregunta original, pero inapropiada y que ponía entre las cuerdas al autor que podría ganarse algún que otro enemigo en la sala.
Y pasó lo que solo pasa en Córdoba, porque aquí somos así. Un tipejo interrumpía el acto para, acercándose a la presentadora del acto, decir que se acababa, que fuese despidiendo el tema que llegaba (redoble de tambores, tensión al máximo) ANTONIO GALA, el hombre impertinente, el cordobés de fundación, el del Manuscrito carmesí, el de la Pasión turca, el que insulta a sus lectores en un programa de televisión. Ese mismo que, para estar media hora firmando ejemplares de su nueva (y gruesa) novela El pedestal de las estatuas, nos expulsaba de la carpa donde manteníamos una distendida conversación con Pérez Azaustre. Estuve a punto de coger el micrófono e insultar al organizador, y a Antonio Gala y a José Antonio Nieto, pero callé por respeto, por no dar la nota allí, por no decirle al alcaldable pepero que había ido allí sólo para hacerse la foto, y a Antonio Gala que me aburría soberanamente, y al organizador que era un maleducado, un mierdecilla, y algo más.
Pero, bueno, en general todo estuvo bien. Como dato aclaratorio y para que se den cuenta de qué calaña es Gala, cuando ya se sentó en una silla de oficina que habían traído antes de que él apareciese como si fuese una procesión (delante no sé cuantas cámaras, detrás un grupo de veinticinco, treinta personas), dijo, en tono autoritario y cabreado: Cuando se callen ustedes, hablo yo y creo que se escuchó un insulto por fuera de la carpa y que Gala lo escuchó. Entonces, la coordinadora de los clubes de lectura de Córdoba dijo: Yo no voy a ningún lado a que me insulten. Ni yo, amiga, ni yo.

P.D: Recomiendo la lectura de su segunda novela El gran Felton.

2 comentarios:

Éboli dijo...

Me comentó un compañero que Gala en Puente Genil presentando su anterior novela dijo a unas señoras de edad que querían que les firmara el libro: "yo no firmo a gente inculta, he venido a dar una conferencia". Es un tío que se cree por encima del bien y del mal, pero como esos hay muchos y muchas en nuestra querida ciudad. Miedo me da Bermauntier que en un coloquio que esté yo me hagas una pregunta de demonio.

Éboli dijo...

Por cierto, Pérez Azaustre me parece una buena persona y un gran escritor que ha ganado a pulso donde está. Enhorabuena para él. Yo no he podido ir a su presentación porque he tenido otra cosa, pero me hubiera encantado. Si puedes ve a escuchar alguna vez a Alejandro López Andrada, a Carlos Rivera o a Pilar Sanabria.