Nostalgia
Hoy en casa de mi amigo Jesús, mientras veíamos algunas cosillas en una página de internet, encontramos el video de la canción introductoria a la serie D'artacán y los mosqueperros, una serie que me hizo recordar mi infancia (que no está tan lejos aunque mi barba diga lo contario): esas series que yo veía de pequeño, frente al televisor, cuando todavía este aparato significaba algo para mí, cuando conseguía entretenerme y que me olvidase de que todo el mundo no era de plastilina.
Algunas de mis series favoritas han sido (y serán, naturalmente) las que me contaban historias de fantasía, nadie puede creerse que alguien viva en el submundo y que se llamen los Fraggle Rock, o que un perro al que se le pone la nariz roja sea capaz de luchar contra un malvado Richelieu que creo que no se llamaba así, o David el Gnomo, o los Fruitis... muchas series que me han hecho recordar mi infancia, cuando estaba sentado en el sillón de casa, sin conocer de la vida nada más que lo que me enseñaban los personajes del cuadrado de enfrente.
Comenzaremos por la serie que me hizo, más tarde, conocer a Alejandro Dumas y absorver su novela Los tres mosqueteros, con la que me divertí muchísimo hace algunos veranos...
Tampoco estaban nada mal los primeros muñecos de trapo que vi en mi vida: ellos eran los Fraggle Rock, una serie que a mí me hacía reir a carcajadas y que, recuerdo, siempre odié a los trols que querían acabar con ellos. Actualmente, es la canción que suenan cuando me llaman al móvil.
También estaba David, el Gnomo cuya serie nunca logré acabar, pero me gustaba esa mezcla de fantasía y futuro cambio climático además de él aprendí eso de son cien veces más fuerte que tú y veloz... y fue una especie de himno, no por lo de fuerte, mucho menos por lo de veloz, pero sí por lo que venía a continuación: ... y siempre estoy de buen humor... Años más tarde me enteré de que la serie acababa en que David y su mujer se convertían en árboles algo que me traumatizó mucho, pero he logrado superarlo y, ¡mírenme! ahora tengo un blog.
Los Mundos de Yupi hicieron por mí más que el propio Espinete, me encantaba el Señor de Hojalata y Yupi, como se tiraba por un tobogán... sí, tengo vagos recuerdos de esta serie, pero me encantaba.
Otra serie de mi infancia que recuerdo con afecto es la de Willy Fog viajando por el mundo o la de Viaje al centro de la tierra, las dos basadas en las novelas de Julio Verne. Recuerdo un personajes con acento andaluz que se llama Tico y un refinado gato afrancesado, Rigodón.
Después estaban los Fruitis, Oliver y Benji, Barrio Sésamo o los Caballeros del Zodíaco, Transformers..., algo más mayor, Bola de dragón, los geniales Simpsons, Family Guy o American Dad...
¡Ay, qué nostalgia! Será que me estoy haciendo mayor.
Por cierto, este post va dedicado a mi amigo Jesús que me dio la idea y unos cuantos deuvedés hoy en su casa.
5 comentarios:
Ultimamente eres un pastel andante eh?! Tanta nostalgia y tanto amor al mundo...
Anda anda, tira tira, que no te vea.
Pues si Berma has despertado la nostalgia a toda una generación que crecimos viendo esos dibujos, antes de irse al Cole, al mediodia, por la tarde y los Sabados y Domingos a las 7 de la mañana ¡Que recuerdos. Ah por cierto yo recuerdo a Espinete pero ahora mismo no lo relacionaba con Barrio Sesamo, ya se sabe la edad, que uno ya no es tan joven.
En fin, que esta muy bien recordar eso del pasado de vez en cuando. Gracias Berma.
Jack
Ya te vale Jack..Mira que no relacionar a Espinete con Barrio Sésamo.
A mí me gustaría saber que se veía cuando tú naciste ya siglos atrás, porque Barrio Sésamo te pillaría ya en la adolescencia como mínimo no?
:p
No están todas las que son, pero son todas las que están.
Un abrazo. Volví a la blogosfera.
"Ultimamente eres un pastel andante eh?! Tanta nostalgia y tanto amor al mundo..."
Jajaja, lo dice alguien que nunca ha dejado de serlo... Voy por ciclos, ya sabes.
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