El acoso
Leer la novela de Millás del Caso Nevenka me ha abierto los ojos. Creo que España sigue igual.
Si ustedes siguieron el caso por la prensa, cosa que yo no hice porque aún era un mico y no me interesaba que tuviese que ver con las letras, pero ahora, al leer el reportaje en libro y algún que otro artículo de prensa vía DiosGoogle me doy cuenta de que el Partido Popular da vergüenza ajena antes y la sigue dando ahora.
Leyendo el Caso Nevenka Fernández contra la realidad consigues asquearte de un cuarentón viudo (el ex- alcalde ponferradino Ismael Álvarez, condenado en el juicio) cuyas perversiones son solo comparables con las del Marqués de Sade. En el capítulo titulado Habitaciones contiguas, tras relatar como el alcalde en un hotel pone dos habitaciones, contiguas además, a su nombre, narra lo siguiente:Él estuvo tocándose, a mí me tocó lo justo... Yo me acosté de lado, mirando hacia la pared, y estuve despierta toda la noche despierta. Escuchaba sus jadeos, pero me hacía la dormida. Cuando lo oí roncar, serían como las siete de la mañana, me levanté, me lavé mucho las manos, y me marché [...] ¿Cómo te quedaste ahí? Te sientes culpable de no haberte levantado, te sientes cómplice, porque ni tú misma te das cuenta de que hasta llegar a ese punto han ido ocurriendo miles de pequeñas cosas que te han reducido a esa condición inerte. Las llamadas al móvil, por ejemplo, eran continuas [...] Y si yo protestaba, me tachaba de loca, como si todo fuera un problema de exceso de susceptibilidad por mi parte. Llegué a creer que estaba loca de verdad.Un día me tocó el culo en el despacho y le dije que qué hacía y me dijo que me tocaba el culo porque le salía de los cojones y que a ver que iba a hacer ¿denunciarle? Otras veces se tocaba así mismo para mostrarme una erección y decía que era yo la que le ponía así.
¿Hasta dónde puede llegar la perversión humana? ¿Hasta donde puedes creerte dueño de otra persona por una simple relación que apenas duró tres meses? ¿Qué mente retorcida puede hacer todo lo que han leído en el párrafo anterior? ¿El amor puede llevarse hasta estos extremos? El señor Álvarez se comportaba como el macho cabrío que pretendía que todas las hembras de la manada fuesen para él.
Leyendo este libro me he dado cuenta de que hay veces que el poder corrompe demasiado. Que es capaz de corromperte la mente. También de que el poderoso del lugar puede hacer lo que le dé la real gana y salir impunemente. Mientras ella se tiene que ir a Alemania a trabajar porque en España nadie la contrata; él, tras dejar su cargo continua en Ponferrada con sus negocios.
Les recomiendo que lean la novela, si no lo han hecho ya, porque, aunque cruda, también puede ser utilizada como manual para casos de acoso, o para que las víctimas sepan que pueden sobrevivir a eso y que lo más importante es denunciar.
Añado el programa del martes 29 sobre Hay algo que no es como me dicen. El caso Nevenka Fernández contra la realidad.