Una feria

El sábado dio comienzo la nueva feria de Córdoba con el típico alumbrado, los típicos fuegos artificiales- que no lucieron tanto como a las a las 12- y las aglomeraciones.
Ya viene con polémica por eso de un día menos esta feria, antes- no más lejos del año pasado y todos los anteriores que recuerdo- habian comenzado en viernes, siendo el alumbrado a las 00:00 y los fuegos artificiales a las 00:05, al parecer, a la señora- o señorita- Rosa Aguilar- a la que llamaremos TitaRosa en honor a mi compañero (no sentimental, sino de clase) Alberto- este año le dio por otro lado, el sábado a las 22:00 sería el alumbrado con la consiguiente tirada de fuegos artificiales. Vi dos peleas ese mismo día en apenas tres horas de feria que llevaba en el cuerpo.Baile, alcohol, algún gorila analfabeto que se niega a que entres a su caseta- con la consiguiente denuncia en la Policía Local- y gente por doquier, que se chocaban entre sí.
Por la feria, si intentas ir a gusto,siempre está el típico broncas que te espeta:¡ Qué tanto miras? Y extrañado lo miras, pero ya es imposible quitar la mirada y él se encara- recordemos:pelito engominado, camisapegadita al torso, un par de pendientes (uno en la oreja y otro en cualquier lugar de su cara, pero que se vea bien)-, entonces se toca el cinto y saca una navaja, la abre y la gente lo mira, pero a él no le importa, sus colegas lo rodean lo suelen vitorear, lo animan...
En fin, la feria solo sirve para ver gente a la que no ves hace años, para ver a la que ves todos los días, saludar a familiares y beber hasta la saciedad.
La feria cansa y a quien le guste que vaya, a mí no me disguta, pero tampoco es que sea santo de mi devoción... cansancio y la rodilla derecha pidiendo a gritos una bolsa de hielo.
Vaya, se me olvidaba mencionar que también hay corridas de toros... pero eso, ¿a quién le importa?

Aunque, sinceramente, prefieron esta vista, que, por cierto, no está muy lejos del ferial.