De cursos y discursos

¡Ay!- imagínense que suspiro- Hoy ha comenzado de nuevo el instituo, volvemos al Blas Infante con Mp3 renovados, donde el flamenco de El Barrio, el rock y las canciones de las Spice Girls, que aunque parezca mentira aún se llevan, y, como en las televisiones, se renueva la parrilla de paridas. ¡Oh sí, en mi instituto las paridas se llevan mucho! ¿Qué los conserjes se quejan de que hace mucho frío en la primera planta? Pues una garita, naturalmente, ahora además de fotocopias, vigilan al personal. ¡Eh tú, donde vas!Por ahí no es segundo de las ESO, es abajo, vaya, tú lo que vas a fumar, pues no, aquí no se fuma, Centro Libre de Humos, claro. Y no se fuma en los servicios, pero tampoco se puede orinar, para conseguir esto segundo hay que pasar toda una Odisea, bajar, pedir la llave, subir, abrir, hacer y volver a bajar. Inventos del siglo XXI, como no podía ser de otra manera. ¿Es torelable que un instituto se convierta en Prison Break? ¿Que para el simple placer de orinar o cambiarte la compresa, o el tampón, tengas que hacer una serie de pruebas a lo Crash Bandicot? Para los profesores sí, para los alumnos no. Y esto no es lo último, como no puede ser de otra manera, en un instituto repleto de subvenciones, que vaya usted a saber donde van esos fondos, y con ciertos tintes tercermundistas (por no hablar de las grietas, las puertas desencajadas y el bandalismo soterrado) tan solo faltaba que... ¡nos quitasen los ratones! Es que se rompen, alegan los Mandamases de tres al cuarto. Claro, ¿cómo no se van a romper si ustedes lo permiten? Existía antaño una especie de parte de deterioros donde el dueño de ese ordenador se encargaba de que todo estuviese bien, pero, naturalmente, existen los desdoblamientos, ¿no es fácil que todos se sientes siempre en su mismo sitio?Pero claro, todo eso pasó a la historia, a los anales de las historia, y es que, como siempre se dice deben pagar justos por pecadores. ¿Recomendación para poder utilizar los ordenador? Comprar uno. Tres euritos, USB, una cosa ínfima que puedes llevar en el estuche. Me niego en rotundo. Lo siento por los profesores que me caen bien y tienen sus clases planeadas para utilizar los ordenadores, pero es inadmisible.
Sé que hay gente que no estará de acuerdo conmigo pero... me da lo mismo.