De amistades
Cualquier día intentas demostrar que la gravedad no existe saltando de un sofá a otro, imitando a esos monos de la selva que van de rama en rama casi sin despiojarse. Otro quieres jugar a la Play Station, a uno de esos juegos como el Pressing Catch o el Tekken 3, en una de esas reuniones que duran hasta la madrugada y de las que se hartan los vecinos de abajo. Son esas demostraciones de amistad que las mujeres no comprenden, no pueden entender como cinco tíos pueden reírse dándose golpes virtualmente, como se puede llegar a saltar por no meter un gol cantado en el Pro Evolution, o como puedes saberte de memoria combos y no el cumpleaños de tu madre.
Son esas cosas que sólo pueden hacerse con los amigos, y no es que se tengan confidencias con ellos, no se necesita saber todo de un amigo, quizás si es gay, o si es bromista, o si tiene algo intocable a quien no se le pueda insultar. Entre los amigos existen una especie de códigos, si se queda, por ejemplo, alrededor de las nueve y media, cada uno a parece a su alrededor particular, pero siempre sobrepasando el horario establecido y bien cenado, que nunca se sabe qué estupidez puede deparar la noche, o el día porque, la verdad, nunca esperas que te llevan a Madrid sobre las once de la mañana y volver alrededor de las tres de la mañana, son esas cosas que tienen los amigos. Cuando en un grupo solo se juntan tíos de los más dispares gustos, siempre se tiene algo en común, no sé, algún estilo musical, algún autor, alguna afición- que no sean las barbacoas...-. O, si no es así, siempre hay, en ese grupo, reducidos grupúsculos que sí que comparten cosas, un insulto, un estilo, un chiste.
En los grupos, los chistes son el pan de cada día, siempre está el ingenioso que cree hacer permanente gracia, y que no las hace, y ese serio que apenas habla pero que si habla las clava. Para hacer un chiste poco utilizado, tienes que pensarlo... o tienes que dejarlo salir, aunque sepas que sea uno de esos chistes bestias, macabros y salidos de tono que gustan solo a un servidor, después, en las reuniones de amigos, siempre salen chistes que permanecen en el tiempo, aunque más que chistes son frases que quedan en la memoria porque se dijeron en el momento justo, de la manera más justa, en un tiempo casi récord, cuando se persigue al que antes te ha golpeado la rodilla para tirarlo al suelo y que mientras lo grabe otro con el teléfono móvil, mientras se escuchan las risas del cuarto y el quinto que, además, jalean como locos, esperando que se efectúe la cuenta como en el Smack down!, pero al final ninguno gana porque se terminan riendo.
3 comentarios:
Buen blog. Volveré de forma habitual.
Hay que tener amigos hasta en el infierno.
Buena vista desde tu atalaya, correré el riesgo colateral de los daños mentales
Los amigos forman parte de algo que es nuestra vida..sin ellos hay veces qu eno veriamos sentido a esto, son ellos quienes nos hacen ver la salida en el tunel oscuro de la vida, pueden estar lejos o cerca pero lo que cuenta es eso ...que puedes contar con ellos aunque esten en el infinito, siempre los tendras hay.
En mi vida MIS AMIGOS que la verdad no son muchos...son lo mas grande que tengo y la verdad les tengo que agradecer muchisimo, y aprovechando esto tambien a unaclasedebachillerato por hacer los dias mas amenos y mas entretenidos en esa odisea que es nuestro instituto!!
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