martes, diciembre 16, 2008

Tempus fugit

Donde mejor se ve la representación del tempus fugit es en lo que los expertos en Literatura llaman el Siglo de Oro de la poesía española, que no es otro siglo que el Barroco con exponentes tan importantes como Góngora, Lope de Vega o Quevedo. Y es de este último, del que ya les puse algo hace tiempo, del que les pongo un soneto donde esta máxima se ve perfectamente.

Fue sueño ayer, mañana será tierra.
¡Poco antes nada, y poco después humo!
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!

Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa, soy peligro sumo,
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo que me entierra.

Ya no es ayer, mañana no ha llegado;
hoy pasa y es y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.

Azadas son la hora y el momento
que a jornal de mi pena y mi cuidado
cavan en mi vivir mi monumento.

Es cierto que el tiempo pasa irremisiblemente, pero esta forma de ver la vida y la muerte es cosa del desengaño que provocó una profunda crisis en España. Espero, y deseo, que a nuestros actuales poetas españoles, que los hay y muy buenos, no les dé por la llantina y el tempus fugit porque entonces ya no sabré dónde refugiarme cuando tenga resfriados como el que en el día de hoy me está acechando y asesinando las ganas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues no están las cosas para muchas alegrías, no...
Cuidese, que las gripes este año vienen rabiosas.

Besines.

Cerco Pya dijo...

Quand tu seras bien vieille, au soir à la chandelle /
assise auprès du feu dévidant et filant /
direz chantant mes vers en vous émerveilant /
Ronsard me célébrait du temps que j'étais belle ...

(De Pierre Ronsard)

Sí: tempus fugit, collige rosas.

Anónimo dijo...

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